jueves, 13 de junio de 2013

LA FELICIDAD EN LA INMENSIDAD DE LAS PEQUEÑAS COSAS

Si nos detenemos a observar a nuestro alrededor comprobaremos cómo hay cosas tan pequeñas que, si no te fijas bien, no las ves; y es una pena, porque son preciosas. Vivimos encerrados en la arquitectura del materialismo donde, por tener un coche más caro, una casa más grande, o disponer de más lujos, creemos ser más felices. ¡Cuánta ignorancia! ¡Qué confundimos estamos! ¡Y qué mal nos sentimos cuando nos damos cuenta que no es verdad!

Una de las esencias de la felicidad está en la maravilla de apreciar las pequeñas cosas de este universo, inconscientemente estamos identificados, porque nos sentimos tan insignificantes como la soledad de tu alma frente a la inmensidad de un firmamento lleno de estrellas. Cuando de verdad aprendemos a apreciar estos sencillos instantes, llegan de sopetón momentos de felicidad. Si dominamos este arte, seremos capaces de disfrutar más de la vida, porque como dice un maestro de la felicidad: "No podemos cambiar las cartas que se nos reparten, pero sí cómo jugamos nuestra mano" Randy Pausch.

Podemos empezar la rutina de cualquier día disfrutando de un amanecer. Esto puede cambiarte el día y, si lo haces a menudo, puede cambiarte la vida. Sentirnos especiales nos resulta tan difícil... En la contraportada de un gran libro, leí una gran cita: "Leer El Alquimista es como levantarse al alba para ver salir el sol, mientras el resto del mundo todavía duerme" (Anne Carriere). Exactamente así me hizo sentir esta mágica historia que tocó mi corazón. Es un sentimiento enriquecedor, difícil de explicar, complicado de transmitir, pero que todos deberíamos vivir...

Se puede disfrutar de tantas cosas....
¿Te has parado un momento a pensarlo?

Despertar con la luz del alba inundando tu habitación,
una ducha caliente en invierno o fría en verano,
el aroma del café recién hecho,
la textura de una tostada reciente,
decirte al espejo: “Este día va a ser único”,
coger el tren según llegas a una estación,
la sonrisa inocente de un niño que te mira,
abrir un libro que te haga desaparecer,
sumergirte y dejar volar tu imaginación...

Las notas de un músico que te saca de tu inmersión en la lectura,
su interpretación de la pieza musical con pasión y saber que es única,
porque, aunque la toque en el siguiente vagón, nunca será la misma
y ver cómo se dibuja una sonrisa con tan sólo una moneda

Sumergirte de nuevo en la emocionante historia que te atrapa,
darte cuenta de que has llegado y de que el trayecto ha sido corto,
llegar al trabajo a la hora justa, ni un minuto menos, ni uno más.

El desayuno de chascarrillos con los compañeros por la mañana.
Sentirte útil en tu trabajo y que te feliciten por ello. ¡Tener trabajo!
Estar a martes pero con la mente en otro día o en otro lugar...
Comer en familia, o con los amigos; echarte una siesta.
Quitarte los zapatos después de un largo día de trabajo...

Pasear por un parque, disfrutando del verde olor de la primavera,
o sentir cómo la brisa te envuelve y acaricia en el caluroso verano.
Mojarte con las gotitas de agua caídas del cielo en pleno invierno,
o sacar un paraguas amarillo y sonreír porque has dejado de mojarte.
Observar un paisaje anaranjado en pleno otoño,
o patalear la alfombra de hojas secas que crujen al pisarlas.

Una noche de luna llena con la energía que se respira en sus reflejos,
o descubrir constelaciones una noche sin luna donde, sólo por mirar las estrellas, te sientes bien.

Un paseo descalzo por la playa sintiendo los rayos del sol y las olas,
o caminar por un sendero en una montaña cualquiera donde, sólo por respirar hondo, te sientes bien.

Hay tantos tipos de felicidad como personas en el mundo, porque la sensación interior de cada uno es única. Decía una gran, gran persona, "La mayoría de personas son tan felices como deciden serlo" A. Lincoln

Tienes la capacidad de convertir un día cualquiera en un día único!
Y así ¡VIVIR MÁS!

Porque eres único, y no hay nadie que te conozca mejor que tu mismo. Y la actitud lo es todo. Recuerda que está en tus manos saber disfrutar; a veces no es fácil, pero ¡depende de ti!

¿Quieres disfrutar de tu vida cada día?
¡Visualízalo! ¡Imagina tu futuro del revés!
¡Conspira por tu propia felicidad y la de quién te importa!
Cierra los ojos y prepárate para vivir el nuevo rumbo de tu vida......

miércoles, 13 de febrero de 2013

Océano de Esperanza


Llegó la calma después de una tormenta de arena que parecía infinita. El marchitado y asfixiado corazón estaba cansado de sentir el azote de la ola de calor de la desesperación. Temeroso hasta de latir, se ve inmóvil enredado en una camisa de rosales sin flor. Una camisa llena de espinas que el corazón nunca supo aceptar. Su ego prometía el cielo en cada flor, pero nunca llegaron las flores. El corazón se sentía traicionado; abandonado por el riego diario del amor y totalmente ausente del abono de la comprensión.

Desconoce si fue un acto de fe, la falta de esperanza, sentir cada centímetro de su cuerpo, percibir un apaciguado latido, olvidarse del pasado, despreocuparse del futuro, aferrarse al presente, o tal vez sentir un hilo tirando de su cabeza hacia el cielo mientras la majestuosidad de la energía del universo atravesaba su cuerpo. Quizás fue una mágica combinación de todos los elementos. Llegó un momento especial, un renacer, por primera vez en su vida dejó entrever la luz que podía mostrar al mundo. 

Por un instante se sintió centrado en el camino de en medio entre la Tristeza y la Alegría.

Como un bebé recién nacido al darse cuenta de que ha llegado a este efímero mundo, comenzó a llorar. Pero no eran lágrimas normales, eran pequeños oasis de tristeza provenientes del desierto de su alargado sufrimiento. Inmóvil y estupefacto, dejaba que sus oasis recorrieran la senda del tiempo a través de su rostro, hasta desembocar en el olvido del pasado. 

En ese mismo instante su alma comenzaba a sumergirse en un océano de esperanza donde las suaves y finas olas no dejaban de acariciar su corazón. Había encontrado la paz después de una gran guerra. Su bandera blanca para mostrar al mundo era una gran sonrisa sincera en su lagrimado rostro y en su iluminado corazón 
.


Olas Acariciando